Viento huracanado que en la noche soplas,
asolas poblados, lloras, gimes, gritas.
Yo ya no te temo ¡Oh gigante bronco!
vete silencioso por donde viniste.
Un ayer lejano temí tus embates
tus aspas gigantes y tu mal carácter
Entonces huía para refugiarme
creyendo pudiera acaso salvarme.
Hoy rompes la noche con tu silbo agudo,
filtras mis ventanas, quiebras muchas ramas,
mas sé que en el alba se acalla tu furia
y yo con tus ruidos me duermo acunada.
¡Qué puedes quitarme si no tengo alas!
No puedes herirme dormida en mi almohada
no puedes quitarme la vida pasada
y tras la frontera tú no serás nada.
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