domingo, 19 de diciembre de 2010

Omisiones

Hace muchos años  escribí un pequeño libro  de datos y recuerdos familiares rastreados con esmero. Sin embargo sé que estaba incompleto
Faltaron los nombres de personas que conocí, algunos fueron mis amigos permanentes o transitorios. Otros simplemente personas que se cruzaron en mi camino. Muchos me regalaron sonrisas y alegraron mi día, otros  pudieron causarme heridas. Seguramente también yo debí  haber sido  presencia grata o desagradable. Pero el no mencionarlos no se debe a eso, simplemente hubiera sido arduo o imposible recordarlos a todos.  Además quizás me equivoqué en mis evaluaciones y acaso la amiga que yo más quise no fue la misma que me quiso a mí.
Pero sin dudas todas influyeron algo en mi vida.Hoy desearía no haberme equivocado  con el cofre de mis recuerdos Pero soy humana y eso es imposible, por eso pido perdón a quienes haya  herido, porque mi vida se formó así como es gracias a las  personas que compartieron  conmigo algún instante.  Todos fuimos parte de un tiempo en común. Fuimos vida simultánea  alguna vez. Estuvimos cerca, integramos  la misma farándula que gira y gira hasta que se detiene para siempre. Hicimos que este pasaje fuera menos solitario y quién sabe si más allá en la Tierra de la Esperanza, en el Edén de las promesas, ellos y yo   nos encontremos porque  juntos  construimos  con sabiduría o ignorancia, con valentía  o  desgano  fragmentos de dos siglos que pasarán, como lo haremos nosotros si no confiamos en nuestro Salvador.



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