Quisiera volver niña para que a Dios guardara,
cuando por mí velaba cuidando mi inocencia.
Él, protector de infantes, y de la gente clara
que bebe en su palabra como en serena fuente
No haber sido muchacha a veces yo quisiera,
porque allí me nacieron todas las rebeldías,
todas las alegrías y mucha suficiencia.
aquella que en etapas futuras perdería.
Sólo pensando en Dios reniego de esos días
que me dieron las alas que mecieron los vientos
porque cuando se es joven se derrama la vida
y no pensamos nunca que ha de llegar la muerte.
Hoy, que me siento triste y hasta el alma vacía
me pregunto si a Dios voluntaria he perdido,
si lo mantuve oculto en celosa alcancía
o tal vez lo he soñado y jamás lo he tenido
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