miércoles, 1 de diciembre de 2010

Ilusión

              

Estaba en el andén. Nada esperaba.
Tan sólo la emoción de un tren que parte.
La tarde me prestaba sus nostalgias.
El tren llegó, paró, reanudó marcha.
.
Nadie bajó. Vi alguien que subía
y yo siempre de pie sin equipaje
esperando quién sabe, todavía…
Yo era apenas un trozo del paisaje

Cerré los ojos antes que partiera
y vi al joven alegre que bajaba
Vino hacia mí corriendo y en la niebla
de sus brazos etéreos, yo lloraba

                     
                                                    

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