Dentro de mí hay un amo. No sé si habita mi cerebro o mi corazón.Muchas veces lo advierto,otras contrariamente coincide y se funde con mi yo.Generalmente intenta evitar mis tropiezos o mis estrepitosas caídas. De su carcaj extrae múltiples saetas que me arroja como advertencias, las que no siempre, sin embargo,logran llegar a tiempo.
Mis palabras o mis gestos escapan con frecuencia, irreflexivas,impertinentes, no meditadas.Muchas veces antes que el pensamiento las rubrique.
Mi amo, desarmado,deja caer los brazos en señal de pesar e impotencia.
A pesar de la desigualdad de los tiempos, el aviso tardío llega al fin y si no ha logrado su objetivo me causa un sentimiento de culpa o frustración.
En realidad más que amo, mi poseedor es un mentor. Faro que se enciende prontamente ante mis tempestades interiores.Pero yo voy de prisa desconociendo los agresivos vientos que amenazan mi nave frágil y poco marinera.
Algunas veces estalla en mi interior cruenta batalla. Yo desafío abiertamente las leyes de mi guía. Deseo sentirme libre, transgresora.
Quiero volar hacia el éter aunque éste sea a la vez atrayente y atemorizador
A menudo diría, ambos coincidimos y la paz que fluye desde mi más recóndito interior se extiende hacia afuera donde hace eclosión en perfumados ramilletes de rosas o en plácido vuelo de blancas palomas.
Debido a mis rebeliones, temo que mi ángel interior me abandone un día cansado de mi personalidad cambiante.
Pero comprendo prontamente que eso no es posible. Formamos una dualidad única, precisa, indivisible, aunque a veces prime una u otra
Mi amo y yo vamos por la vida con golpes o complacencias, afrontando peligros, sorteando obstáculos, porque somos uno frente al Mundo y dejaremos de ser, al mismo tiempo, cuando llegue el momento del dormir.
muy profundos los pensamientos. todos tenemos esas diferencias con nosotros mismos.
ResponderEliminarMe gusta mucho la forma de escribir.