No te vayas viajero que sueñas el progreso,
te llevarás tus sueños, te llevarás tu esfuerzo,
pero cuando sonrías llorarás esta tierra
buscarás sus colinas y las verás muy lejos.
Lo ha dicho un emigrante que comparte mi lecho,
que anudó a mí su vida, que no tuvo regresos,
y lo enseñó a los hijos, nacidos en la tierra
que visitara un día, joven y aventurero.
No dejes tu familia, tus amigos, tu pueblo.
lucha con valentía para cambiar los vientos,
cifra esperanzas cerca de donde fue tu cuna
porque es tuyo este suelo y la vida sólo una.
No te vayas viajero buscando una quimera.
Lucha como lo hicieron aquellos que vinieron.
Espera, ama, confía, cree, confórmate, brega
y tras nuevas auroras vendrán tiempos serenos.
Si rico has de volverte esa será tu meta.
Si pobre has de quedarte ese será tu sino,
pero quédate cerca de todos tus amores
de no hacerlo, tan sólo llorarás los caminos.
Tú pensarás que aquellos que de lejos trajeron
un bagaje pesado de frustración y duelos,
hicieron su fortuna, levantaron su casa,
y cumplieron con creces sus más caros anhelos.
¡No lo creas, lloraron con lágrimas de fuego!
Si eres joven comprendo por qué inicias el vuelo,
si no tanto, comprendo tu lucha y tus desvelos;
pero tu patria es chica, despoblada de hijos
y te llevas contigo un trozo de su cielo.
No te vayas viajero, resígnate y espera,
no habrá fruto más dulce que el de tu propio huerto,
no habrá tierra más negra, no habrá campo más fértil
ni perfume más grato ni más claras estrellas.
Tu tienes hombros fuertes, manos habilidosas,
intelecto preciado, esfuerzo generoso,
vuélcalos en tu patria, remueve las raíces
y lograrás mañanas sin los ocasos grises.
Si te fueras y un día de visita tornaras
quizá encontraras ricos a los que pobres fueron
tal vez sientas pesares por lo que ayer dejaras
quizás sangres dolores por tu lugar perdido…
Por eso yo ye pido: ¡No te vayas viajero!