Protección
Planicie ondulada con lomas y bajos
de pequeños yermos y verdes praderas
así fue mi vida de austeros paisajes
y mares azules con valles primeros.
Dulce mi existencia, sin más oquedades
y mis arbolitos siempre dieron flores
Siento que el Señor, sonrió en mis edades
y pocas espinas puso, generoso.
¡De cuántas caídas me salvó su mano!
¡De cuánta amargura me libró amistoso!
Tantas que tristezas encontré livianas,
y algunas pobrezas parecieron rosas.
Jóvenes se pierden por un hado malo
Yo sé que he vivido con su gran clemencia
y a veces en cambio, nada le he brindado
pero no son hechos que deban gloriarme
Dios me ha sonreído con su gesto amable
aunque yo me acuso de ser muy cobarde.
W.P.de Vaccaro 23/5/2009
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