Pongamos los actores en escena,
con la misma actitud, igual ropaje,
y siempre el acto tendrá su diferencia.
Nunca ha de repetirse igual instante.
Ni siquiera son fieles los recuerdos.
La memoria disfraza por piadosa
a los hechos más tristes o más crueles
y al gris más pobre lo convierte en rosa.
Nada es igual, dolores o sonrisas
El tiempo altera todo con su paso
y más que historiadores, novelistas
somos sin duda al rescatar edades.
Nuestros ojos no miran como antes
y vemos lo pasado, diferente…
Es la vida de ayer la que observamos
con la mirada cambiada del presente.
Wilma Pereira de Vaccaro
22/6/2009
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