Desde el alba fui rica de cariños y mimos
y mi niñez fue clara y sin muchos tropiezos
Si me miré en espejos, no pretendí ser linda
pues serena marchaba segura y sin complejos.
El intelecto sano y los pasos inciertos
como caminar suele el hombre cuando niño,.
con los vaivenes dulces que da la primavera,
y algunos golpes suaves seguidos del alivio.
Dios me dio tal fortuna para andar mi camino
que minúsculas faltas no enturbiaron mi sueño
Si asperezas rozaron mi piel en esos días
ni siquiera una huella se advierte en mi recuerdo
Yo lloré muchas veces por cosas sin sentido
y en cambio se secaron mis ojos por lo grande
Dios me dio compañero para andar en mi vía
y dos hijos muy sanos para poder gustarla
Cuánto amor y cuidados y qué dulce mi tiempo
en un mundo cargado de dolor hambre y luchas
Una entrega total es lo que Dios pretende
de mí, por tal ventura y por su gracia mucha.
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