Allá en mi infancia tambaleante y débil
tú estabas junto a mí cuando vi el día.
Hoy yo lo sé, cuidabas de mi vida,
estaba de tus brazos en el cerco
no te fuiste de allí, ya lo comprendo.
Alisabas los tramos del
camino
y te valoro ahora, ya tan cerca
de terminar mi tramo de destino.
Eras la guía que impulsó a mis padres
a formarme de acuerdo a sanas normas
tú la conciencia acusadora o cauta
dulce y firme guardián, ángel custodio.
Gracias Señor por todos tus cuidados,
gracias mi Dios por esta vida buena
Perdona rebeliones a tu causa
Si mucho te ofendí, calma mi pena.
Perdóname Jesús por mis pecados
Ayúdame Señor en mis tormentas
Yo limpia quiero ser para gustarte
y firme y leal, Señor, para
valerte.
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