miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de los Muertos

Nuestro Uruguay, serio, laico en su cultura, da no obstante cabida a todas las religiones
Sin embargo no hay reconocimiento explícito de ninguna en relación al Estado. Por ello los 1º de noviembre no tienen importancia en los almanaques,
y para paliar esta omisión voluntaria y racional, aparece el 2, marcado como feriado, con la aclaración de que es el Día de los Muertos.
Yo he recibido esa tradición, la misma consiste en concurrir a los cementerios a depositar una flor en las tumbas de los seres queridos fallecidos. Nada de algarabía sino de sociabilidad y de reencuentro ocasional con otros familiares, amigos o conocidos. Varias décadas atrás, la floreciente primavera animaba a muchas jóvenes a vestir con esmero para el breve recorrido, que se podía hacer muchas veces a manera de paseo, buscando miradas aprobatorias y galanteos. Ese hábito ya no es tan frecuente ya que la muchachada puede encontrarse en ámbitos diferentes. La actitud de la mayoría suele ser de recogimiento, no de dolor desmedido. No es una fiesta. Algunos lloran.
No sé por qué hoy sentí la urgencia de saber el origen y el porqué de este feriado. No censuro que haya una fecha especial para recordar a nuestros familiares ausentes, y el hecho de que no se deba trabajar hace que esa afluencia sea masiva, claro que cada uno puede acudir allí cuando lo crea oportuno o necesite hacerlo.
Pero yo necesitaba saber cuándo y por qué había nacido esa fecha. ¿Tenemos una religión que la apoye?
Sabemos que los muertos descansan, nada saben, duermen...
Escudriñando aquí y allá descubrí que parece haber nacido en México donde es una festividad al estilo de Hallowen, surgida en tiempos pasados para adorar a Quetzacoal y otros dioses, y que se caracteriza por su alegría donde se mezclan, flores, calaveras, bailes… En fin nada de pesares ni de homenajes. La mayoría de los países de nuestra América latina, con fuertes raíces indígenas lo festeja más o menos de esa manera. Han oído apenas de esos dioses paganos que nombraban sus ancestros. Curiosamente no todos los países lo declaran feriado. Tal vez los conquistadores españoles en su afán de evangelización toleraron o propiciaron esa fecha y le dieron el nombre, por su proximidad con el que ellos respetan y llaman “De todos los Santos”, supuestamente en homenaje a muchos cuyos nombres fueron ignorados, pienso en mártires desconocidos.
Yo he llegado tarde a este conocimiento, aunque siempre pensé que ésta era solamente una costumbre que tenía fecha en los almanaques. Las flores más hermosas son los gratos momentos que compartimos mientras estamos vivos. Recuerdos que preservamos con emoción y calidez.
¿Pero cómo decirles a los demás que todo esto es vano, inútil, intrascendente, que escapa a toda creencia cristiana?
De hacerlo provocaríamos tristeza, decepción, dudas, incredulidad
Las tumbas arregladas, indican que somos prolijos y respetuosos, nada más. La flor un homenaje que pide nuestra memoria.
La sabiduría y el amor deberían reflejarse en nuestros hechos cuando podemos compartirlos.
Lo de ayer, ya es pasado, fue parte importante de nuestra vida pero hoy tenemos algún tiempo para tratar de dar felicidad a muchos que todavía viven, sin olvidar a los que ya fueron.

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