lunes, 27 de junio de 2011

Gènero y sexo

No sé en qué momento ha comenzado a confundirse género con sexo. Todos los comunicados oficiales, emanados de las Intendencias y otros muchos organismos, hablan de la Violencia de Género o de la relación con el mismo. Acaso ¿Tienen pudor en emplear la palabra sexo cuando a él se refieren? ¿Somos simples objetos como una silla ,un banco o una cuchara, para que nos igualen a ellos?
En las escuelas nos han enseñado que los nombres tienen género, el que puede ser masculino o femenino, según diferentes características, especialmente la terminación del vocablo, y eso nos hace que meditemos para escribirlas correctamente ¡cosa tan poco usual en estos últimos años, donde la ortografía es tan maltratada! Pero lo más ridículo consiste en que nos disminuyan a la categoría de cosas. Es cierto que para referirse a nosotros (y lo digo en la forma en que hablábamos anteriormente cuando para hablar del ser humano se podía decir el Hombre sin necesidad de aclarar hombre y mujer, ciudadano y ciudadana), palabras innecesarias y tendenciosas, usadas por ignorancia o por proselitismo, en forma aduladora, para llegar a muchos que lo consideran un actual y avanzado acto de gentileza.
Las mujeres siempre hemos existido y nos hemos sabido hacer presentes aun en los casos en que hayamos formado parte de un solo vocablo:Hombre
Si de igualdad de derechos hablamos, nada mejor que sentirnos iguales unos a los otros sin las características que por supuesto nos distinguen, las que precisamente no están en el cerebro. La Real Academia Española ha hecho ingentes esfuerzos para hacer notar el error grave que se comete al confundir género con sexo, pero lamentablemente, ella es muy poco escuchada en estos tiempos. De todas maneras es necesario marcar cada vez que se pueda, que nosotros igual que los animales a quienes distinguimos como hembra y macho, somos hombre y mujer. Es verdad que también en la escritura pertenecemos a un género diferente. El hombre en cuanto al habla pertenece al género masculino y la mujer al femenino, nada más.
Toda referencia que se haga, ya sea para diferenciar o proteger a la mujer o al hombre de abusos o descuidos que se suceden con frecuencia se deberá llamar Política de SEXO y no de GÉNERO. Es necesario que se alcen numerosas voces y a eso los invito, para que nuestro pobre idioma, antes tan rico, no se convierta en una jerga ridícula que trasmitiremos a nuestros hijos y ellos a generaciones posteriores. Muy lejos de mí el quitar importancia al tema a que se refiere ese título incorrecto.
Ese movimiento que puede haber nacido posiblemente en un movimiento de defensa feminista, pero que todos reconocen que es imperioso solucionar. Sabemos que la mujer desde tiempos muy pretéritos ha sido víctima de los más incalificables abusos, pero los mismos, actualmente no solo alcanzan a ellas sino que se extienden lamentablemente a niños y ancianos independientemente del sexo que posean. Por lo mismo no estaría mal que se hiciera una revisión de la denominación de esa política para hacerla más correcta y clara. Incluso menos excluyente. El término Violencia Doméstica, ya no correspondería porque muchas veces trasciende el ámbito del hogar, pero seguramente habrá alguno apropiado para designar a intenciones e instituciones tan necesarias, como mal nombradas

No hay comentarios:

Publicar un comentario